22/11/10


Los dioses quedaran en el pasado como un triste recuerdo de las aspiraciones del enloquecimiento humano y daremos cuenta de lo eterna que podia ser nuestra finita vida si tan solo contemplabamos la felicidad que no sabíamos que sentiamos dentro y que estaba por do quier, que estaba en el todo uno, en el Tao; que estaba delante de sus ojos, rascando su cabeza y acariciando su espalda.